RECICLA!

El 17 de mayo fue declarado por la UNESCO como el Día Mundial del Reciclaje, creado con el objetivo de promover en los seres humanos una mayor responsabilidad en la generación de sus propios residuos y de esta forma promover el almacenamiento, procesamiento y reutilización de desechos inorgánicos como papeles, latas de aluminio, cartones, envases tetrapack, vidrios, plásticos, tintas de impresoras, entre otros elementos que se reúnen en sus respectivos contenedores para luego llevarlos a un “punto limpio” o entregarlos a las empresas e instituciones que se dedican a reciclar esos residuos.

Con esta simple práctica se disminuye la cantidad de materiales todavía útiles que llegan a los rellenos sanitarios y con esta medida tratar de no contribuir a problemáticas ambientales tales como el cambio climático.

El reciclaje es un proceso que forma parte del ciclo de vida natural de un desecho. Por ejemplo, un árbol crece, se desarrolla, envejece y comienza a descomponerse; el producto de su descomposición sirve de abono y nutriente al suelo y así ayuda a que otras plantas puedan vivir.

Actualmente reciclar implica que un producto se vuelve a usar como materia prima para producir un producto nuevo, gracias a tecnologías modernas o a conocimientos específicos.

Si la naturaleza se encargara de hacer desaparecer los residuos, el tiempo que tardaría en degradar el papel es de 2 a 4 semanas, las latas de aluminio entre 200 a 500 años, para las botellas plásticas entre 500 y 1000 años, y para el vidrio el periodo es indefinido.

Cada año la popularidad de esta fecha ha ido tomando fuerza haciendo que sean más los países que se suman a propagar durante la jornada información de calidad en todo lo relacionado al reciclaje y manejo de los diferentes tipos de residuos. Lo más importante no es asimilar un concepto abstracto sino fomentar un modo de conducta cívico aplicándolo a todos nuestros actos cotidianos e inculcarlo desde pequeños para que forme parte de nuestros hábitos.

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No podemos dejar de recordar que Reciclar es sólo la tercera y última R de la ley de las 3 R’s, después de Reducir y Reutilizar.

El proceso de reciclaje de cualquier material consume muchos recursos y energía al tiempo que emite grandes cantidades de C02, es por eso que el mejor desecho es el que no se genera. El reciclaje es la última opción cuando la reducción (evitar el consumo) y la reutilización (darle una segunda vida a ese “desecho”) no fueron posibles.

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¿Qué materiales se pueden reciclar?

Papel y cartón: Al obtenerse de los árboles, el reciclado del papel y cartón, esta íntimamente relacionado con la tala de árboles. Se puede reciclar todo tipo de papel y de cartón. Para su recogida es importante eliminar cualquier elemento que no sea papel (como por ejemplo, grapas, cintas adhesivas, plásticos, etc.).

Chatarra y metal: De los metales que existen, la mayor parte pueden ser fundidos y reprocesados para fabricar más de ellos. Se reciclan los metales ferrosos (Laton, Hierro,etc.) y los no ferrosos (Bronces, Aluminio, Plomo, Cobre, etc.)

Pilas y baterías: Muchas pilas contienen metales tóxicos y peligrosos para el medio ambiente, por eso, es tan importante saber que las pilas gastadas que no son recargables se deben almacenar en contenedores especiales que existen para la recogida de estos productos.

Pinturas y aceite: Este tipo de sustancias contienen materiales tóxicos y peligrosos para el hombre, por eso, se debe respetar el siguiente consejo que consiste en no echar a la basura aerosoles, esmaltes, aguarrás, tintes o protectores de madera.

Plásticos: Con el reciclaje de plásticos se reducen residuos disminuyendo su impacto e influencia en el ambiente.

Vidrios: El reciclado de vidrios ahorra energía ya que éste siempre se puede reciclar. Para su recogida se requiere eliminar del vidrio objetos tales como tapones, alambres, etiquetas..., etc. Se obtienen muchos beneficios gracias al reciclaje del vidrio, como, la no extracción de materias primas, el menor consumo de energía y la disminución del volumen de residuos que se deben recoger y eliminar.

Materiales textiles: Lo más extendido consiste en reutilizar estos tejidos en rastrillos de carácter benéfico o en tiendas o en contenedores especiales donde se puede recoger ropa y zapatos como en las tiendas de ropa de segunda mano. Ésta última es una forma de reciclar la ropa aunque no paso por ningún tratamiento específico de reciclado, sino que pasan de unas manos a otras. Aunque sí existe a nivel industrial el reciclado de trapos, y en talleres, donde tienen una bobinas de trapo azulado donde se perciben la hebras de diferentes colores de los trapos que una vez tratados los componen.

Materia orgánica: La materia orgánica de origen doméstico (restos de comida) y la de origen vegetal (césped, hojas, etc.) puede reciclarse y convertirse en material utilizable para el abono de la tierra, para la recuperación del suelo erosionado, desgastado o devastado por el fuego, el viento, las lluvias torrenciales... etc.

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Deberíamos potenciar todo esto trabajando con los niños, que son quienes seguirán cuidando o destrozando este planeta en nuestra ausencia. Os dejamos para ellos unos vídeos sobre manualidades hechas con materiales reciclados, porque por algo hay que empezar!